La vida da muchas vueltas.

Antes me silbaban  y gritaban – ¡ Ole, ole y oleee… que culito más chulo tienes !

Yo , con la cabeza bien levantada y con la cara de asco , pasaba con mi perrito  sin hacerles caso alguno a esa permanente cuadrilla de los borrachos que eligieron el bar bodega «Lulú» como la sede de los alcohólicos del nuestro barrio.

Por mi comportamiento  tan hostil , ellos pronto me bajaron de la alta categoría bonito culo  a la categoría más despreciada  pija presumida .

Así que la bodega    esta situada justo bajo de mi piso, tengo que compartir con ellos muchos momentos totalmente desagradables.  A las siete de la mañana  empiezan a tomar sus primeros chupitos matinales y con la segunda ronda ya estan listos para resolver todos los problemas del país y  siguen resolviendolos entre peleas y tacos hasta que llamo  a policía a las tres de la noche. Es decir, que de amistad entre nosotros…nada.

Pero la vida da muchas vueltas, es verdad.  Este sabado a las cinco de la tarde salí al balcón para regar mis plantas y , de repente,  la fuerte corriente de aire cierra la puerta del balcón . Del golpe   cae  el pestillo y  me quedo  cerrada en el balcón.

Las cinco de la tarde con 42 grados y ni un trocito de la sombra. La calle esta totalmente discierta, claro esta. Espero unos quince minutos que aparezca alguna alma viva. No hay nadie excepto  mis  «amigos» que gritan ya totalmente borrachos   en la esquina del bar.

No tengo remedio. Con la voz muy amable y más dulce posible  les llamo

– ¿ Chicooooos, podeis aydarme?

¡ Sííí !…ha llegado su momento  Toda la cuadrilla de unos diez personas animada y entusiasmada  empieza a participar en al acto de mi salvación.

Algunos quieren traer la escalera para subir a mi balcón, los otros gritan – ¡ Que rompas el cristal!- ¡ Que llames a cerrajero, a policía ,a bomberos, a Mariano Rajoy y a Pedro Sanchez !  . ¡ Que…! – no sé que.  Me tiran de abajo el gorro para protegerme un poco del sol. Estoy en la camiseta  que me apenas tapa el culo ,con el gorro que huele a alcohol y abajo ya una multitud de los curiosos preguntando

– ¿ Que le pasa ?

Los que estaban en las condiciones de razonar más o menos , intentan abrir   la puerta de mi piso con  una tarjeta de plástico , mi perro dentro  ladra como un loco,  mi gato sollozando araña por otro lado la puerta del balcón. Abajo una dísputa enorme ..¿ que es más económico  : romper el cristal o llamar al cerrajero?

Resulta que rompo el cristal. Agradezco a todos los participantes . Recojo el cristal roto cuando me llaman  de abajo –  ¿Señoritaaaaaa , y ahora que  …nada ?

-¿ Cuanto os debo?- pregunto .

– Lo mínimo… 10 euros.  – Les dejo el billete.

Me llaman otra vez -¡  Bajate , te invitamos a tomar una cerveza !

Bajo con mi vaso y tomamos la cerveza en la esquina del bar bodega Lulú.

Me han eliminado de la lista negra y otra vez estoy  la primera en el ranking culo bonito.